A las cargas históricas se suman las coyunturales, que parecen haberse vuelto crónicas. Y el camino de las pymes que quieren exportar decididamente cada día se hace más cuesta arriba.
Que la Argentina es un país política y económicamente centralizado no es una novedad; que la infraestructura y los recursos humanos disponibles en Buenos Aires son diferentes en cantidad y calidad respecto del interior, tampoco.
Sin embargo, hoy, al tope de la agenda de los empresarios del interior, figuran otras preocupaciones: la inflación en dólares, el tipo de cambio desactualizado y la política tributaria (atraso en la devolución del IVA, entre otras cosas).
Pese a todo, en los últimos diez años se produjo un importante aumento de la inserción externa de las pymes de todas las regiones del país, que vieron crecer su número 50 por ciento, y el monto de sus exportaciones, 99% según un informe del Instituto de Estrategia Internacional de la Cámara de Exportadores.
Pero, ¿cómo hacer para mantener esa tendencia en los próximos 10 años?
Más allá de los números que refleja el "Mapa regional de las pymex 2009", ¿cuáles son los factores que hacen que una provincia sea más competitiva que otra? ¿Cuál es el rol del Estado y de los organismos de promoción?
Lucio Castro habló sobre el impuesto a la geografía: "Cada 100 kilómetros promedio que te alejás de Buenos Aires, las exportaciones caen 140.000 dólares al mercado de destino".
El director del Programa de Inserción Internacional de Cippec explicó que la estructura radial del país hace que las provincias más alejadas de Buenos Aires tiendan a exportar menos.
De hecho, el estudio de la CERA destaca que la Región Pampeana (Buenos Aires, La Pampa y Ciudad de Buenos Aires) concentra el 66% de los exportadores manufactureros (ver Una radiografía del país).
Castro comentó que en la Argentina hay una alta correlación entre el desarrollo de las exportaciones, el PBI de las provincias y el desarrollo de las agencias de promoción. "Las provincias ricas tienen mejores agencias y mejor inserción internacional. Hay una generalizada debilidad institucional de las agencias. La agencia tipo es generalmente una dependencia ministerial con rango de tercer nivel, sin participación del sector privado, y la mayoría trabaja con exportadores ya establecidos."
Néstor Haag, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, dijo que hay muestras claras de que la Argentina sigue siendo un país política y económicamente centralizado, y que hay problemas no resueltos, como la centralización aduanera. "Pero hay muchos factores que no son de una provincia sino del país. A quienes están en comercio exterior y quieren mantener una presencia sostenida les preocupa la inflación en dólares que claramente está en dos dígitos. Eso, sumado a la permanente distorsión impositiva, afecta mucho. En la medida en que el costo siga aumentando y no se trabaje para crear un Estado eficiente, se carga con tasas e impuestos al sector privado que hace gravosa nuestra actividad."
Daniel Figueras, de Infas SRL, una empresa radicada en Córdoba, que desde 1984 exporta máquinas para el control de calidad y ensayo de partes de vehículos, detalló el panorama de la pyme que en la actualidad vende el 70% de su producción al exterior.
"Los problemas por estar lejos de Buenos Aires son variados. Se dan, por ejemplo, en los costos extra que significa pagar los fletes -sin opción más que enviar todo por camión- y la custodia que hay que mandar no sólo por seguridad sino porque la mayoría de nuestros envíos salen con canal rojo y hay que rearmar todo después de que lo inspeccionan en la Aduana, sino en las demoras de lo que importamos, que son insumos para nuestra producción. No tenemos problemas en Brasil, México, Estados Unidos, Chile, Portugal ni España. Los despachos llegan a esos destinos y a los tres días están en la casa del cliente."
A la hora de hacer un ranking de las "complicaciones" que deben sortear hoy, se repiten algunos temas: la inflación en dólares, el tipo de cambio, la política impositiva. "Tenemos gravísimos problemas de financiamiento al Estado. Estamos exportando impuestos. Pagamos en fecha pero los reembolsos por exportaciones se perciben con seis meses de demora. ¿Una salida? En el corto plazo no la vemos. Costos es un tema que nos preocupa muchísimo", concluyó.
Barreras internas¿Qué influye más sobre la competitividad de las empresas, las barreras en destino, como los altos aranceles, o las trabas internas como infraestructura inadecuada o malas políticas de promoción de exportación?
Carlos Rafaelli, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe, respondió sin dudar: "Los problemas internos son los más importantes. Los cambios de política permanente, las dificultades logísticas y una infraestructura ineficiente son determinantes para la competitividad de una compañía".
"Desde Santa Fe, por ejemplo, el movimiento de contenedores es prácticamente nulo y cuesta muchísimo ponerlo en funcionamiento. Ahora está en danza el proyecto de relocalización del puerto, pero eso demandará sus años. El lobby absoluto del puerto de Buenos Aires conspira contra el desarrollo de los puertos del interior. La vía fluvial está restringida a niveles casi inexistentes. Para hacer una exportación si sale del puerto de Buenos Aires o por vía aérea dependés del transporte terrestre porque el ferrovial desde Santa Fe capital no existe. Hay un solo medio de transporte que es el terrestre, con las dificultades que eso implica. Para darte una idea, si tengo que mandar una carga consolidada a Bolivia desde Santa Fe, es probable que consiga mejores precios si mando previamente la mercadería a Buenos Aires para que salga consolidada desde ahí. Es ridículo pero es así."
Daniel Oblán, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (Fecacera), comentó que cuestiones como la factura electrónica han facilitado ciertos aspectos de la operatoria, pero los temas estructurales y los problemas que generan la distancia con las principales vías de salida -puertos y aeropuertos de Buenos Aires- para la mayoría de las provincias, siguen igual.
Fecacera es una buena caja de resonancia. La entidad agrupa a 18 cámaras de comercio exterior del país. Según Oblán, la preocupación central hoy para los empresarios es que se está volviendo a la situación del uno a uno. "Es algo que empezamos a plantear a fines de 2008; hoy todos hablan de eso. Hay una clara falta de competitividad por el tipo de cambio. Podría recuperarse la competitividad con un dólar diferencial para la exportación o aplicar una política de promoción y apoyo al comercio exterior como tienen otros países. Hoy no hay una política impositiva de incentivos, y los tres ejes fundamentales de apoyo son el impositivo, el financiero y el laboral."
Julio Sánchez Loppacher, profesor del IAE de Dirección de Operaciones y Tecnologías, cree que las ventajas que pueden dar el tipo de cambio son inductorias, impulsoras para atender otras cuestiones, pero no pueden ser las protagonistas. Sostuvo, por el contrario, que los factores que pueden asegurar la competitividad son la estabilidad en las reglas de juego políticas y económicas. "Ese punto es uno de los más importantes por los que los empresarios deciden concretar una inversión", destacó.
Con la mirada puesta en el futuro, ¿cómo hacer para que las exportaciones de las pymes sigan creciendo?
Marcos Abihagle, gerente de ProMendoza, respondió: "Pasar de 100.000 dólares a un millón es relativamente fácil porque los ajustes que hay que hacer son muy gruesos. El camino que sigue es el más difícil, y para hacerlo hay que apostar al valor agregado. Una tonelada de soja vale 400 dólares, ¿y una tonelada de software o de diseño arquitectónico? Tiene precio infinito".
Según Abihagle, una buena vía para superar las desventajas que pueden significar ciertas ubicaciones geográficas es contar con un cuerpo profesional institucionalizado que pueda determinar y descubrir dónde están las ventajas, conocer qué está pasando en el mundo y ayudar a las empresas para ir hacia allí.
Luego destacó que ProMendoza, que es un ente mixto público privado que se creó en 1996, ha funcionado desde entonces independientemente del color del gobierno de turno. "Nuestro objetivo es incentivar las exportaciones, fundamentalmente de las pymes, ampliar los mercados y desde hace un año atraer inversiones. ¿El tipo de cambio? Todos sabemos qué efectos tendría una devaluación. Hay sectores que supieron aprovechar las ventajas más allá del tipo de cambio, como el vitivinícola, que representa el 35% de las exportaciones en nuestra provincia y que en los 90? hicieron las inversiones que correspondían, vieron que era necesario asociarse y agregar valor. Se animaron a salir no sólo a vender sino a ver cómo lo están haciendo quienes son sus competidores." Dijo que también es cierto que entre las preocupaciones de los empresarios figuran temas como la demora en el recupero del IVA a las exportaciones.
InnovarPara Enrique Avogadro, director general de Comercio Exterior del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, las principales dificultades para los exportadores tienen que ver hoy con temas de infraestructura, déficits en el transporte y en las condiciones aduaneras.
"Lo que fundamentalmente se necesita son reglas claras, pagar los reintegros en tiempo y forma. Además, el sistema de transporte de carga en el país tiene escasa integración regional, hay baja inversión en el puerto -que aunque pertenece a la ciudad, no lo administra-, y falta financiamiento para las exportaciones. Hace 15 años que en el tema promoción de exportaciones se hace lo mismo. Hay que innovar en las herramientas que se utilizan. La red de embajadas que tenemos puede ser muy voluntarista, pero nos falta un sistema moderno, sofisticar el debate, que, modestamente, es lo que estamos haciendo en la ciudad", dijo.
Respecto del papel del Estado, sostuvo: "Los organismos públicos tienen cierta capacidad para otear en el horizonte los cambios que se están produciendo, ver cómo afectará eso a los sectores que se hayan elegido como prioritarios y apoyar a partir de ahí con políticas indicadas. Es necesario trabajar codo a codo con la sociedad civil, con entidades empresarias para desarrollar planes que sean políticas de Estado y no dependan de los vaivenes políticos. Nosotros articulamos muchas de nuestras actividades con la Cancillería, pero a pesar de eso hay mucha superposición y malgasto de recursos".
Florencia Carbone
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